martes, 17 de enero de 2012

Acerca de la interpretación discrecional de ciertos conceptos (en relación al uso del espacio público)

Ha caído esta semana entre mis manos el último número (30) de la excelente revista  "Diagonal", la cual contiene diversas entrevistas y notas relacionadas con la arquitectura y el diseño. Pese (o tal vez gracias) a ser una revista de distribución gratuita, sorprende la buena hechura general de la misma, tanto en su factura impecable, como sobre todo en la calidad de las notas y reportajes. Hace tiempo que la vengo siguiendo, y leyendo estos días el reportaje a Norberto Chaves, donde habla del casco antiguo de Barcelona (dónde vive, al igual que yo), decidí que sus opiniones podían complementar perfectamente la serie de notas que voy posteando en torno a la temática del uso y abuso de Ciutat Vella.
Asimismo, el editorial dedicado a la diferente percepción institucional sobre la ocupación de los espacios públicos, me ha parecido totalmente pertinente. Así que hoy comenzaré posteando el editorial, el cual, a partir de la visión de la ocupación de plaza Catalunya por dos hechos totalmente diferentes con muy pocos meses de diferencia, plantea la reflexión sobre la influencia de la política en esa percepción del uso/abuso del espacio público. En los tiempos que corren, la balanza se inclina claramente hacia el lado del uso privado y privativo de los espacios, bendecidos por la sacrosanta mano del mercado. Y los ciudadanos, en tanto consumidores, son bienvenidos. Esos mismos ciudadanos, en tanto personas que reclaman por su dignidad, por una sociedad mejor, son expulsados en nombre de la higiene. El neocapitalismo es muy puntilloso con la pulcritud, ya lo sabemos... si hay trapos sucios, sobre todo, QUE NO SE VEAN.

Ocupación sobre hielo 
Plaça Catalunya ocupada por los "indignados" del 15·M (mayo/junio 2011)
 En Barcelona, en un período de pocos meses, la plaza Catalunya ha vivido dos ocupaciones de naturalezas muy diferentes. Una de ellas, “la acampada BCN”, suponía la reunión libre de ciudadanos con la única finalidad de discutir temas políticos. La otra forma de ocupación del espacio público es la de la carpa gigante, instalada con motivo de las fiestas navideñas, que alberga una pista de hielo de pago.
Resulta curiosa la diferente interpretación que se hace en ambos casos de la Ordenanza sobre el uso de las vías y los espacios públicos de Barcelona, que en uno de sus puntos dice que “los ciudadanos tienen derecho a comportarse libremente en la vía y los espacios públicos de la ciudad de Barcelona y a ser respetados en su libertad”.
En el primer caso, se desalojó a los acampados amparándose en los conceptos de “seguridad”, “higiene” y “libertad”. En el segundo caso, en cambio, se cede el espacio urbano para una actividad lucrativa de carácter privado que, además, está exenta de la tasa de ocupación del espacio público.
La aparición de la pista de hielo nos debería inducir a la reflexión crítica sobre el interés público del espacio urbano y sobre la importancia de la política al priorizar los intereses colectivos frente a los intereses privados estrictamente comerciales.
La misma Plaça Catalunya "okupada" por la pista de hielo... (diciembre 2011)

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