bueno, más de uno dirá que hace rato que entró en decadencia, pero yo personalmente creo que lo sucedido ayer en la Cámara de Diputados marca un antes y un después en la calidad democrática española. El pacto entre los dos partidos mayoritarios, ninguneando a los minoritarios y a la opinión pública (que solicitaba un referéndum), para modificar la Constitución por la vÃa rápida, accediendo de manera "urgentÃsima" a los reclamos de dos socios europeos (Francia y Alemania) y de los "mercados", es de una extrema gravedad. Se ha introducido en la Carta Magna un concepto económico que deja atados de manos a futuros gobiernos, eliminando una herramienta polÃtica de intervención en la economÃa del paÃs como es la posibilidad de presentar presupuestos con déficit en determinadas circunstancias, haciendo un dogma (el "déficit cero") de algo que es una opción ideológica determinada. En fin. Y es particularmente preocupante la forma de hacerlo, con nocturnidad, premeditación y alevosÃa, con un pacto entre los grandes, y pasando de la aplicación de la herramienta adecuada para ello, como es el referéndum, demostrando el poco interés de todos ellos por una verdadera democracia participativa, y para evitar el peligro de una expresión de la ciudadanÃa contraria a sus intereses, porque la gente no sabe, no puede entender de estos conceptos de "alta polÃtica"...
Una de las palabras que me ronda la cabeza desde ayer es "desasosiego". Y creo que es la única publicable, por eso lo estoy haciendo. Por eso, encuentro particularmente apropiado en estas fechas y a la luz de estas circunstancias recuperar un opúsculo de Noam CHOMSKY de 1993, titulado "El control de los medios de comunicación", escrito en su dÃa a raÃz de lo sucedido con la operación Tormenta del Desierto para "recuperar" Kuwait, en los años de Bush padre en el papel de tÃo Sam. En él, Chomsky explica cómo la democracia en los Estados Unidos comenzó a degradarse desde la Primera Guerra Mundial, cuando se crea una comisión de propaganda (Comisión Creel) para cambiar la actitud de los ciudadanos hacia la guerra, objetivo que consiguen con creces en seis meses, "logrando convertir una población pacÃfica en otra histérica y belicista que querÃa ir a la guerra". A partir de allÃ, el aparato de propaganda de "generación de consenso" empieza a ser una constante en todas las democracias, en las que se trata de que una minorÃa ilustrada gobierne sin demasiadas molestias ni intervenciones del "rebaño desconcertado", que no está capacitado para entender ni intervenir en las graves decisiones del paÃs. Con tenerlo distraÃdo y consultarlo una vez cada X años para que crean que viven en un sistema polÃtico participativo ya es suficiente...
Bueno, creo que el relato de los hechos es bastante elocuente. Chomsky lo llama "La democracia del espectador". Iré colgando en este mismo blog un extracto de este texto en sucesivas entradas, ya que lo encuentro más que pertinente.
Expresión de los "espectadores" indignados colgados en la plaza de Cataluña, a raÃz del movimiento 15·M de indignación contra los ajustes, los desahucios, y la baja calidad democrática en general.
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